El próximo miércoles día 7 arrancará en Sayreville, New Jersey, el US Tour de los alemanes Tokio Hotel que les llevará por tierras americanas hasta finales de mes. Un total de 11 conciertos en pequeños recintos en los que, a modo de tiro al aire, se quiere comprobar in situ las posibilidades reales de la joven banda en los USA, un pais musicalmente contradictorio y difícil pero por desgracia fundamental a la hora de intentar realizar un despegue a nivel mundial.
La importancia del Mini-Tour va más allá de lo estrictamente musical, hasta el punto, de que el devenir y la planificación de los próximos meses depende en gran medida del balance final del mes de agosto, asemejándose la cita americana a un examen final.
La trayectoría de los de Magdeburg hasta la fecha se podría considerar de meteórica. Es por ello, que lejos de levantar el pie del acelerador, es precisamente ahora cuando el universo Tokio Hotel sabedor de lo mucho que se juega, va a pisar el pedal a fondo.
Si los Fans y la prensa americana responden con la misma predisposición que en la visita promocional para el álbum “Scream”, el Management planearía el World Tour del próximo álbum de estudio de manera totalmente diferente, dando prioridad al nuevo mercado y reduciendo drásticamente las fechas europeas, sustituyendo los pabellones utilizados hasta ahora, para entrar a “jugar” directamente en la Champions League de los grandes estadios, dando cabida al mismo número de Fans empleando un menor número de fechas.
El USA Tour jugaría un papel principal y tendría lugar en recintos de audiencia media o reducida. No podemos pasar por alto el cambio radical que puede suponer la incursión definitiva en el nuevo continente. Obviamente hablamos del grado máximo al que cualquier grupo puede aspirar, pero no olvidemos la dureza que encierra realizar un primer Tour americano para grupos de procedencia europea, donde se destinan como mínimo un par de meses y se toca casi cada día en lugares donde los pabellones, las ciudades, los Fans, la comida, los hoteles,…, prácticamente todo parece igual y hecho con el mismo molde. Muchas bandas cuentan en su haber con esperiencias traumáticas en este sentido. El lider de una banda sueca de gran fama en los 80’ dijo en su día que girar por los USA era como trabajar en una cadena de montaje de la empresa de camiones Scania donde los empleados están contentos de poder trabajar pero que a la larga quemaba mucho, ya que América acaba por industrializar hasta el arte.
A día de hoy, tener reconocimiento en los USA es como tener la varita de Harry Potter y ver como las puertas del resto del planeta se abren automáticamente. El mercado japonés, australiano y sudamericano están a la espera…
La importancia del Mini-Tour va más allá de lo estrictamente musical, hasta el punto, de que el devenir y la planificación de los próximos meses depende en gran medida del balance final del mes de agosto, asemejándose la cita americana a un examen final.
La trayectoría de los de Magdeburg hasta la fecha se podría considerar de meteórica. Es por ello, que lejos de levantar el pie del acelerador, es precisamente ahora cuando el universo Tokio Hotel sabedor de lo mucho que se juega, va a pisar el pedal a fondo.
Si los Fans y la prensa americana responden con la misma predisposición que en la visita promocional para el álbum “Scream”, el Management planearía el World Tour del próximo álbum de estudio de manera totalmente diferente, dando prioridad al nuevo mercado y reduciendo drásticamente las fechas europeas, sustituyendo los pabellones utilizados hasta ahora, para entrar a “jugar” directamente en la Champions League de los grandes estadios, dando cabida al mismo número de Fans empleando un menor número de fechas.
El USA Tour jugaría un papel principal y tendría lugar en recintos de audiencia media o reducida. No podemos pasar por alto el cambio radical que puede suponer la incursión definitiva en el nuevo continente. Obviamente hablamos del grado máximo al que cualquier grupo puede aspirar, pero no olvidemos la dureza que encierra realizar un primer Tour americano para grupos de procedencia europea, donde se destinan como mínimo un par de meses y se toca casi cada día en lugares donde los pabellones, las ciudades, los Fans, la comida, los hoteles,…, prácticamente todo parece igual y hecho con el mismo molde. Muchas bandas cuentan en su haber con esperiencias traumáticas en este sentido. El lider de una banda sueca de gran fama en los 80’ dijo en su día que girar por los USA era como trabajar en una cadena de montaje de la empresa de camiones Scania donde los empleados están contentos de poder trabajar pero que a la larga quemaba mucho, ya que América acaba por industrializar hasta el arte.
A día de hoy, tener reconocimiento en los USA es como tener la varita de Harry Potter y ver como las puertas del resto del planeta se abren automáticamente. El mercado japonés, australiano y sudamericano están a la espera…