




"No hay nada más bonito que ser recibido por el griterío de los fans".
En la industria musical, dicen, pegarle al éxito es cosa fácil, lo difícil es mantenerse en la cima. Esto vale sobre todo en el caso de jóvenes artistas, que a medida que crecen, se destruyen casi solos. Incluso son advertidos: "hoy eres una estrella y mañana no eres nadie". Cuando Tokio Hotel sacó su disco "Schrei", en el verano del 2005, los gemelos Bill (solista) y Tom Kaulitz (guitarra), tenían 15 años de edad, mientras que el baterista Gustav Schäfer y el bajista Georg Listing, tenían 16 y 17.
A los gemelos, que se acercan a los 18, no parece preocuparles nada. En el Hotel berlinés Ritz Carlton, presentaron su nuevo sencillo "Übers Ende der Welt" (Más allá del fin del mundo), poco antes de que salga a la luz su segundo álbum, "Zimmer 483" (Habitación 483). "Ciertamente, se dice que con el segundo álbum todo se decide, pero no por ello hemos intentado conscientemente cambiar algo", dijo Bill mientras jugaba con los anillos que le cuajaban la mano. "Es de por sí difícil hacer música según el gusto del público".
Tokio Hotel: entre punk y rock.
Música madura y melancólica
El nuevo disco sencillo es una canción de rock musicalmente fulminante, de letra melancólica. "Hemos probado todo, la libertad aquí termina, ahora tendremos que pasar por la pared", reza el texto. Pero tiene un final positivo: "Lo lograremos juntos, más allá del fin del mundo, que se desmorona detrás nuestro". Se escuchan más maduros, la guitarra tiene visos que recuerdan a Nirvana, además Bill canta ahora un tono y medio más bajo, pues por fin le ha cambiado la voz. Como los Beatles en su momento, los jóvenes artistas luchan contra los prejuicios, sobre todo Bill, que aparece maquillado. "Su rostro es la envidia de cualquier chica, sólo Liz Taylor de joven tuvo una cara tan pefecta", dice la prensa sensacionalista.
Los chicos que dicen saber lo que los adolescentes quieren.
Con su aspecto andrógino Bill Kaulitz se ha convertido en un ícono pop que despierta fantasías entre el público adolescente. ¿Porqué pintarse como mujer cuando no se ha alcanzado la madurez como hombre todavía? Le preguntaron. ¡Como una chica no!, respondió y contó que empezó a maquillarse en la escuela, por puro gusto y que la inspiración para pintarse los ojos de negro le llegó un día que se disfrazó de vampiro en una fiesta. Ni él ni su hermano Tom tienen novia, ambos viven con sus padres y cursan la escuela secundaria en el estado de Sajonia Anhalt, que en más de una ocasión ha tenido que ser intervenida por la policía, tras los tumultos provocados por sus fans. "La gente me pregunta siempre si no nos gustaría tener un público algo mayor, pero yo creo que nuestro público es el más entusiasta y no hay nada más bonito que ser recibido por ese griterío".
INFO: DW-WORLD.DE
Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: En tan sólo seis meses, Tokio Hotel ha llegado a lo más alto de las listas de éxitos alemanas.
El público tiene entre 6 y 15 años y en los conciertos no se vende alcohol. Como mucho los que fuman son los padres, mientras esperan que sus retoños sobrevivan la actuación a ser posible de una pieza. En el interior de la sala se superan los 105 decibelios permitidos ya antes de que se toque un solo acorde. Una pesadilla para los encargados de la seguridad, que tras años de curtimiento en conciertos de rock duro tienen que empezar a usar tapones para los oídos por primera vez en su carrera.
Para la primera gira ya no quedan entradas. 11.000 fans en Bremen, 13.000 en Stuttgart, 12.000 en Hamburgo. Todos chillando. Hasta finales de año se espera que Tokio Hotel haya logrado vender unas 300.000 entradas. Discos ya han despachado más de 400.000, a los que se suman 100.000 DVD, 150.000 visitas a su página web, el reconocimiento de dos galardones y la nominación a un premio "Cometa", que se entrega en marzo y que es el más importante dentro de la escena musical alemana.
A través del monzón, hasta Tokio
Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: Tom, Bill, Gustav y Georg (i-d), celebran en Berlín las más de 200.000 copias vendidas de su disco "Schrei" (grito).Bill, Tom, Gustav y Georg son todo un éxito en Alemania. Maquillados y estilizados a la última, dieron a la escuela un descanso, según dicen de un año, para subirse a los escenarios y acompañados por una rigurosa campaña de marketing lanzaron su primer gran hit, "Durch den Monsun" (A través del monzón), que fue tarareado durante semanas a lo largo ancho de la república federal.
Sólo uno de estos jovencitos confiesa tener novia, así que la revista Bravo, con la que tienen un contrato especial y cuyos lectores, normalmente "lectoras", tampoco superan los quince años, ha aumentado sus ventas en un 20% desde que ofrece reportajes únicos sobre Tokio Hotel. Hay que estar bien informada para poder gritar más fuerte en los conciertos.
En cualquier caso, Tokio Hotel son cuatro chicos que no habían nacido antes de 1987 y a los que todos esperan que el monzón no les arrase. Tienen muchas ganas y la ilusión de la edad en un mundo difícil, pero mientras disfrutan de la popularidad y del momento. Dicen que el nombre lo eligieron porque Tokio les parece una ciudad emocionante y a la que, algún día, les gustaría poder viajar. Y no para fastidiar a quien en Google pretenda encontar un hotel en Tokio.
INFO: DW-WORLD.DE